viernes, 9 de marzo de 2018

Pollo con espinas

Foto de su orgullosa madre adoptiva
 Üzüm, "uva" en turco, es la adición más reciente a nuestro heterogéneo círculo social de postdocs y similares. La secretaria del departamento vino hace un par de días al despacho con una caja de folios vacía; bueno, no vacía, con Üzüm dentro, y nos lo dejó para que nos ocupásemos de él. Tras cebarlo un poco con los tenebrios que tenemos para los reptiles, y ver que las tragaderas del bicho no parecían tener fin, decidí que sería más juicioso encalomárselo cedérselo a alguien con sobrada experiencia en sacar pollos adelante y un amor por los animales mucho más sentimental que el mío (pues yo habría dejado a Üzüm a merced de los depredadores, que también tienen derecho a comer, los pobres): Duygu.

Así le abre la boca el malcriado, pidiendo comida. Üzüm es un zorzal del karoo Turdus smithi, y como muchas otras aves que se alimentan de presas escurridizas (como los pingüinos, por ejemplo) tiene el paladar forrado de espinas que apuntan hacia abajo y que ayudan a que la lombriz sepa por dónde tiene que bajar, haciendo un poco las veces de dientes.

Üzum debe de ser ya de las últimas hornadas de pollos de esta temporada por aquí abajo. Pero como ahí arriba estáis a punto de empezarla, nunca está de más recordar qué hacer cuando uno se cruza con un pollito desvalido (spoiler: la respuesta no es "traérmelo"). Echadle un ojo.

2 comentarios: