jueves, 17 de marzo de 2016

“¿Mi trabajo? Doctorando”

Una de las cosas que me ha llamado la atención en este mi nuevo destino, es que comparativamente no parece haber muchos doctorandos: a la hora del café o de comer, cuando la gente se junta en una sala común que hay para estos menesteres, se echa en falta algo más de juventud. Y a tenor del eterno Consejo de anteayer me enteré de por qué no había más: resulta que lo que nos tuvo tanto tiempo liados (me enteré al 100 % a posteriori preguntando a los demás) era decidir qué profesores podían presentar proyectos de tesis, un máximo de tres para todo el Departamento, con objeto de que optasen a ser financiados por el servicio de becas de la Universidad (optar, optaban; que después obtengan la beca no está asegurado). Y hablando del tema a partir de aquí y comentando la situación habitual en España, salió a relucir que en Francia más o menos las cosas andan igual de regular en términos de financiación de contratos predoctorales, peeeero, y ahí estaba la gran diferencia, aparentemente uno (desde hace “poco”, alguna reforma que habría aquí) no puede hacer la tesis si no está contratado como doctorando; ya sea con ayudas del Estado, de Europa o de la fundación X, pero el caso es que uno no puede hacer la tesis viviendo de sus padres, o de dar clases particulares, por poner el caso. Misterio de la escasez de doctorandos resuelto pues. Y la idea de no dejar hacer tesis más que al que esté contratado para ello… ¿otra cosa a exportar? Pues no sabría decir, pero la idea merece al menos ser considerada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario